jueves, 18 de junio de 2015
EL RETRATO por LILIANA SOSA
Pinceladas de bermellón en degrade
perdiéndose en la profundidad
de un camino en perspectiva.
La mujer del retrato me observa
gris acero en los ojos y una lagrima de luz
que se resbala por la mejilla color fuego
hacia las manos amarradas con un lazo azul cobalto.
Mariposas doradas se escapan del vestido
dejándolo níveo, desnudo,
desmayado sobre las piernas largas.
Desmenuzó el pintor el alma y salpicó con ella
el carmín de los labios.
Atado al embrujo de esa mirada
me descalzo y embriagado giro por la habitación
me tomo de las alas de una mariposa descuidada
y me pierdo en la cabellera encarnada.
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