Tenía que resolver un conflicto, mis ideas ya bailaban por la casa. Una idea tocaba el piano, la otra escribía.
Una idea traviesa saltaba en el sillón. Una triste escondida debajo la silla.
Eran ideas despatarradas por todos lados, miles de ellas.
No buscaban encontrarse, se alejaban, se peleaban, se burlaban, eran muy distintas.
Buscaba a una, se me reía, me hacía sentir una tonta.
Hablé con la tristona, lloraba más y se me escapaba.
Tomé en mis manos a la traviesa, saltó sobre la mesa, hizo piruetas, bailo, rompió un jarrón y me ignoró.
Así que mi conflicto no tenía solución, o quizá, la solución me traía muchos conflictos.
Abrí la puerta, las dejé salir; sucedió así que sin ideas a mi alrededor, sin ninguna de ellas, ya el conflicto había desaparecido.
1 comentario:
ME ALEGRO QUE LAS HALLAS DEJADO IR! LEONOR.
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