Dame permiso espíritu del camino regalame permiso para caminar por este sendero de cemento que abrieron en tu ombligo por esta autopista de viento que corta el silencio permiso también a ustedes pájaros que rompen el tímpano del acero permiso piedras permiso plantas permiso animales que resisten en la neblina. Dejame pasar camino deja que esta rabia que desorbita mis ojos se me salga en palabras dulces, palabras finas, zarandeadas, reventadas, dejame pasar que mi voluntad no se pierda dejame cruzar el barranco, la hondonada, dejame por favor regresar a mi casa antes de que los volcanes canten antes de que el discurso de los cerros escupa en nuestras bocas. --- Mis ojos de tortuga triste delatan el cansancio conozco el camino acuático que recorre mi sangre en búsqueda de aguas tibias voy despacio con nadie quebranto los dientes de mis depredadores en mi espalda la memoria de todas mis vidas juntas soy una tortuga alucinada y melancólica. --- Las piedras fuimos marcadas con hierro candente quemados nuestros ojos vimos con la mirada volteada agujeros negros tragándonos en la infinidad la muerte chineaba nuestra desgracia su perro lamía nuestras heridas escupiendo nuestra conciencia lacerada ya el sabor de la tierra no era el mismo los frutos caían antes de madurar a escondidas fuimos creciendo gota a gota en lo profundo de las cuevas así fue como nos envolvió el silencio del gran comienzo. ––– Hacer el amor llorando para calmarle la agitación al viento para contrarrestar la soledad de la metáfora y perderse en el misterio del placer adolorido hacer el amor llorando como una invocación de gemidos salados un petitorio hacia los dioses del movimiento del cuerpo y la retina hacer el amor llorando porque la desgracia no viene sola porque nuestras fuerzas devienen de un misterio indescifrable como los pedazos de mar que nos crecen en el cuerpo hacer el amor llorando para lavarle la cara a la desdicha para olvidar los designios del mal tiempo para limpiar la tierra de sus tristezas hacer el amor llorando porque resistirse a llorar y a hacer el amor es un sacrilegio que no podemos permitirnos como buenos descendientes de la muerte y del cuchillo hacer el amor llorando porque necesitamos llorar y necesitamos hacer el amor. |
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