lunes, 3 de septiembre de 2012

OTOÑO DE MI VIDA por BEATRIZ LEIBOVICH


Viento en las alas de los pájaros.
Para siempre y por siempre late la vida, a cada instante, en los corazones del ser que prodiga la eterna humanidad.
La tierra en su fuerza, gira y gira en fe sincera, con vida en sus entrañas.
Criaturas crecen en la multitud de las fuerzas inquietas, con esperanzas de que no se escrachen en el frio de las penumbras, y tengan destinos  de nunca acabar.
El viento canta y cosecha la lluvia de hojas, que caen en silencio, para crujir en los suelos, y así languidecer deshechas por pisadas que no saben su destino de nada.
La alborada se esconde risueña en el valle de los campos abiertos, y, perfumada por la nostalgia del rosal en flor.
Las nubes corren inocentes a su destino de lluvias intensas, el otoño es carpintero de una vida distinta, haciendo justicia. No se cree que no hay color, porque es camino de transitar al invierno frio y de hastío.
Mientras las nieves acompasan en mis cabellos, felices de tener el privilegio de esta edad saludable, y poder contemplar la vida llena de esperanzas y pasiones, y a mi nieto, ya hombre, a mis hijos, que casi me acompañan,  en sus edades no tan jóvenes resuelto su porvenir.
Así veo el otoño de mi vida.
                                                 

2 comentarios:

LEONOR dijo...

BEATRIZ ME GUSTO!CARIÑOS!LEONOR.

Anónimo dijo...

hermosoo bellas palabras ..ç

ana