Al
principio fue el gozo
la
dulce compañía.
Cómplices
del aire y de la luz
de
las voces y la música.
Te
regalaba mi alegría al despertar,
esperaba
ansioso tu regreso.
Traté
de aceptar mi destino
de
engañoso amor.
Las
rejas maniataban mis alas
y
el sabor de la traición
frenaba
mis sueños.
La
puerta entreabierta incitaba mis ganas.
Con
alas trémulas crucé el muro
el
miedo apretando mi garganta.
El
aire era más puro, la luz más brillante,
las
voces, cristales sonoros de vibrante libertad.
Poesía publicada en "EL OJO DEL CÍCLOPE"
2 comentarios:
ESTER MUY BONITO!!
Buenisimo Titina Me encantó besos
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