Intruso
Pequeña grieta
debajo del monte,
de mirada ansiosa,
espera,
al intrépido gigante.
El camina descalzo
por playas fragantes,
proporcionando el descuido,
busca ser atrapado,
acunarse
como un niño
en sus duras paredes,
que enternecidas
se ablandan
cuando sienten su llanto.
luego lo vomita,
transformándolo,
nuevamente
en un bruto gigante
MABEL DÍAZ
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