El pan se luce en la mesa
como si fuera un sueño
ante esos cuerpos hambrientos.
El mar se ve a través
de los vidrios y es magnífico.
Hay quienes se ponen a bailar
entre las olas.
Día a día y con firmeza
se buscan las personas,
para perder la soledad.
Como un yeso prometido de un artista
el deseo queda helado y da miedo.
Es clara la penumbra y se ven
los frutos maduros.
La verdad se hace difícil cuando
es tiempo de enterrar pensamientos ocultos.
Pero todo se olvida ante la muerte
y yo pido perdón por anhelarte,
polvo entre los polvos.
2 comentarios:
Patricia, me gustó mucho,
te felicito! Leonor
Hermoso Patricia. Tu estilo siempre conmueve.
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